Uno de los mejores documentales realizados hasta ahora sobre el cerebro del bebé en español fue el realizado por Eduardo Punset.
En ese documental entrevista a una de las mayores autoridades mundiales en este tema, Sue Gerhardt. Esta psicoterapeuta psicoanalítica afirma que la mayoría de las enfermedades y trastornos de los adultos tienen su origen en su primera infancia. El estilo con el que fueron criados en sus primeros años de vida detonaron estos desórdenes que hoy doblegan la salud y desarrollo de la sociedad. El mundo debe apostar por la crianza con apego.
La portavoz oficial de este principio es una doctora que ha estudiado el desarrollo del cerebro en los bebés y ha demostrado como el apego y el amor apoyan las conexiones neuronales que en edades más avanzadas ayudan al niño o a la niña desenvolverse con seguridad y empatía en su entorno.
La publicación más destacada de Sue Gerhardt es Why loves matter? .
Este libro sólo está en inglés y su traducción seria Por qué el amor importa: cómo el afecto forma el cerebro de un bebé
El único libro traducido al español es EL AMOR MATERNAL – La influencia del afecto en el desarrollo mental y emocional del bébé.
Su apuesta es convencer a gobiernos, ministerios de educación y a cada padre de familia a que tengan una genuina influencia en la educación. Se trata de poner más énfasis a la crianza de los primeros 2 años de vida de un bebé, lo que equivale a invertir más tiempo y dinero ahí, en esa etapa, y no después. El resultado es irreversible: “La primera infancia es la base de la salud emocional y mental”, le dijo Sue a Eduardo Punset en el documental El cerebro del bebé.
Cada caso es único y debe estudiarse por separado, sin embargo muchas de las patologías que hoy tiene la sociedad provienen, curiosamente de la falta de afecto. La depresión, el estrés y la ansiedad tienen su origen en una infancia contaminada por el abandono y la violencia.
Recuperar esa inestabilidad a una edad adulta constituye un esfuerzo muy grande sin que exista la certeza de poder curar ese vacío que se padece.
Sus afirmaciones son contundentes: «Los cimientos de la personalidad se establecen durante el embarazo y los primeros años de vida». Y curiosamente coinciden con la afirmación de Lucille Cedercrans en su libro espiritual LA NATURALEZA DEL ALMA, capitulo 20. «Los primeros dos años de la vida de un niño son cruciales y en ellos se establece el molde para el flujo direccional que seguirán las energías a lo largo de su experiencia de vida en esta encarnación».
Por tanto, si queremos ayudar a los seres humanos y evitar muchas enfermedades emocionales y mentales, que causan un gran sufrimiento de adultos es crucial que empecemos a prestar un atención muy seria y profunda a la etapa pre-natal y a los dos primeros años.