Ya casi al final de este curso, a falta del último módulo que desarrollará el muy querido Julio Ferreras sobre la familia, en este mes de mayo, tan festivo en Córdoba, nos da Valentín muy buenas noticias del seguimiento que está teniendo este curso en España y en Sudamérica, ¡casi 4.000 visitas a la web de la Escuela!. Nos comenta el apoyo que está recibiendo la Escuela desde otros lugares fuera de Córdoba. Y es que, desde aquí, desde el Sur, que por la Ciencia de las Direcciones es el Corazón, es  donde se hace posible que el esfuerzo y buena voluntad de un grupo de personas para llevar adelante este proyecto de la Educación en la Nueva Era se expanda y reciba el empuje y la ayuda necesaria y se extienda más allá. Queda claro que en el Corazón es donde se dan los milagros.

 

Y aquí, en el Corazón, es donde una le pide a su cabeza que se ponga a su servicio para dar un breve testimonio de este quinto módulo dedicado a la pareja y al matrimonio.

 

Ya en el club de los 50 y con una experiencia de vida que incluye matrimonio, separación y diversos estados en relación a la pareja, tengo la impresión de que he venido hasta aquí para que revisar mi experiencia (¡algún pellizco que otro sentí a lo largo del día!) y, sobretodo, para seguir aprendiendo y, en la medida que sea capaz, poder transmitir a los jóvenes que me rodean, y a quien pueda estar interesado, la importancia de la pareja y del matrimonio si uno decide tener hijos conscientemente y darles una educación holística.

 

Valentín empieza dándonos unas CIFRAS PARA REFLEXIONAR:

 

·                     ¿Qué está pasando en la pareja para que de cada 2 matrimonios que se celebran, 1 acaba rompiéndose, para que España se sitúe en el 5º puesto de la lista del mundo en rupturas de pareja, para que 9 de los 10 países con más rupturas pertenezcan a Europa, etc.?………..

 

·                     ¿Cómo influye esto en los hijos de padres separados? el 41 % de ellos son temerosos, agresivos, tienen baja autoestima, dificultades en comportamiento, en la escuela…….y sólo el 45 % supera satisfactoriamente el divorcio de los padres

 

Caramba……..cómo está el patio……

 

Dadas estas cifras y para poder entender el por qué, Valentín nos descubre los entresijos de LA LEY DE LA POLARIDAD.

 

Nos dice que esta Ley, que aparece cuando lo hace el Universo, trata de la aparición de los principios masculino y femenino, ambos manifestaciones diferentes de una UNICA FUERZA y que son principios que se dan en todos los seres.

 

Cada uno, con sus características (la energía directiva, distributiva, expansiva, centrífuga en el principio masculino; la energía receptiva, contenedora, creativa, en el principio femenino), son principios iguales y no dominantes, son amigos eternos.

 

Por ello, el matrimonio tiene como meta, como nos comenta, la reunión de estos dos principios masculino y femenino, representados por el hombre y la mujer, teniendo en cuenta, además, que tanto en el hombre como en la mujer se dan estas dos energías.

 

Así cuando una pareja encuentra su unión en todos los niveles, físico, emocional, mental, espiritual, se convierten en uno, recibiendo cada uno del otro lo necesario para su realización. La fortaleza de uno llena las deficiencias del otro y viceversa, ambos igual de importantes, juntos formando un buen equipo cuando uno respeta al otro. Este vivir juntos permite ajustes a niveles psicológico y físico y permite la satisfacción de las necesidades biológicas de ambos.

 

También en relación con esta Ley de la Polaridad, Valentín nos recuerda que el Alma Humana, el Yo Superior, nuestra esencia es andrógina, ni masculina ni femenina. En las sucesivas reencarnaciones, vamos alternando de género hasta que alcanzamos la perfección humana. Para entonces el ser humano se convierte en un ser andrógino logrando equilibrar en sí mismo la energía masculina y femenina………y resulta que uno de los propósitos de matrimonio es ayudarnos a equilibrar las dos energías en nosotros mismos.

 

Con la lección aprendida de este punto de partida que es la Ley de la Polaridad, Valentín nos mete de lleno en LA PAREJA.

 

Valentín nos da una clasificación de las parejas. Pone en palabras lo que todos sabemos, pero con orden y precisión. Nos habla de:

 

·                     Parejas lemurianas, con polarización física.

·                     Parejas atlantes, con polarización emocional.

·                     Parejas arias, con tendencias e inclinaciones mentales

·             Parejas acuarianas, con cualidades grupales y conciencia y                                   visión idealista

 

Esta clasificación sirve para entender que según sea el tipo de pareja así serán las relaciones, los conflictos, las crisis, las reacciones, oportunidades y lecciones para evolucionar.

 

Cuando se unen en pareja personas que están en diferentes fases evolutivas, la convivencia será más difícil. Cuando los dos están en el mismo nivel, la relación es más natural ya que ambos tienen intereses parecidos en la vida, mismos propósitos y una visión del mundo parecida.

 

Por eso nos plantea ¿CÓMO ELEGIR PAREJA?……..(¡¡¡redoble de tambores!!!, ¡¡¡expectación!!!)

 

Nos recuerda (¡y hace bien!) que la pareja ideal no existe. Y nos anima y reconforta con que la experiencia de los Iniciados e Iniciadas nos puede servir de guía.

 

La clave más importante está  antes de comenzar una relación.  Una vez iniciada, se hace más difícil arreglar las cosas.

 

El quid de la cuestión es ¿qué debemos tener en cuenta antes de empezar una relación con otra persona? y Valentín nos dice que sencillamente, hay que tenerun gran discernimiento.

 

Esto supone una discriminación correcta, “ver exactamente los valores de la persona y luego escoger lo mejor”. Si nuestro discernimiento está enturbiado con las emociones y no es desapasionado veremos a la persona como la queremos ver, “no como es”.

 

Ese gran discernimiento que se precisa requiere estudiar la compatibilidad entre nosotros, viendo previamente nuestros gustos y los gustos del otro. Si existen gustos comunes, se puede plantear una convivencia pero es importante que estos gustos comunes estén por encima de la emoción ya que si son gustos comunes emocionales pero son diferentes en entender el modelo de vida, los problemas aparecerán en poco tiempo.

 

En esta búsqueda de las compatibilidades, la Astrología puede ayudar, entre otras herramientas.

 

Otros puntos de interés a tener en cuenta es saber si ha habido problemas serios de salud físicos y psicológicos en las tres últimas generaciones así como también estudiar la salud física, emocional y mental de la pareja.

 

Estos temas referentes a la salud son importante mirarlos y tratarlos si se quiere tener descendencia pues si la pareja está sana a nivel físico, emocional y mental, tiene la posibilidad de invocar a un Alma elevada. Para tener hijos elevados en consciencia, hijos virtuosos, la pareja ha de prepararse para poder recibirles y es importante hacerlo antes de la concepción y tener una actitud adecuada durante ella y en el transcurso del embarazo. Incluso esta preparación comienza en el momento en que el hombre se encuentra con la mujer.

 

Y es aquí donde Valentín nos hace entender que la verdadera educación comienza durante este periodo inicial, que el hombre y la mujer deben tener una buena relación de amigos, de compañerismo y después pueden tener relaciones sexuales.

 

Compañerismo y amistad, base para toda vida futura entre los seres humanos. Al elegir un compañero o compañera, ha de ser para que se quede con nosotros toda la vida, un complemento a nuestra energía, ninguno de los dos es superior al otro, son iguales. Al estar juntos, se suman las capacidades y cualidades de ambos y las deficiencias de uno se suplen con las cualidades y capacidades del otro. Estando juntos se suplen las deficiencias mutuas.

 

Además de la compatibilidad física y emocional, se precisa que haya también compatibilidad en las metas, ideales, en los temas vitales, un acuerdo en el propósito de vida.

 

La fusión es esencialmente el sentido de vivir juntos, no la fricción aunque como recuerda Valentín, ¡un poquito de fricción siempre da alegría y hace la vida más divertida, además de redondear más a la otra persona!

 

Otro aspecto importante que se plantea a tener en cuenta, antes de empezar a vivir en pareja, es una estabilidad económica razonable.  Difícil cuestión en los tiempos que actualmente estamos atravesando. Como se comenta, la falta de este aspecto crea una gran incertidumbre en los dos. Se precisa una base económica mínima y, siendo desapasionados, este podría ser el primer paso.

 

Nos recalca Valentin, antes de abordar el tema del Matrimonio, la importancia y necesidad de desplegar mucha sabiduría al seleccionar a un compañero o compañera ya que esto evitará muchos problemas y si aún así, después de varios años de convivencia, no hay compatibilidad, no es posible la convivencia ni la reconciliación, es mejor proponer el divorcio ya que no se puede sacrificar una vida entera para vivir siempre en conflicto.

 

Con estos pilares, Valentín nos lleva al MATRIMONIO.

 

De lo que expone, destaco lo siguiente el enfoque, desde el punto de vista de las Tradiciones Espirituales, del matrimonio como un sacramento que puede ayudar a los seres humanos en su transformación pero teniendo presente que no es el único camino pues la vida de soltera o soltero también puede ayudar mucho si se consagra la vida a un ideal de servicio en favor de los demás. Ambas, tanto la vida de soltería como la marital, tienen sus dificultades y problemas y, en este punto, Valentín nos hacer reflexionar sobre la importancia de que cada persona debe hacer una elección de vida según su nivel de consciencia y sus responsabilidades kármicas…….

 

Ahondando en esa idea del matrimonio como vía de transformación de los seres humanos nos habla del MATRIMONIO COMO ESCUELA DE APRENDIZAJE:

 

·                  El matrimonio debe ser una fuente de esplendor. Entiende que eso es posible cuando se comprende adecuadamente y se vive con sabiduría.

 

·                    Nos habla de que la unión de hombre y mujer es la unión de Marte y Venus; la mujer aporta suavidad, ternura y gentileza al hombre y éste le da fuerza, poder y coraje.

 

·           Nos comenta la necesidad de que el ser humano, antes de casarse, haya completado su educación, haya adquirido habilidades y tener un empleo antes de casarse (entre los 25 y los 28 años, aunque hoy en día esta franja es más amplia, dadas las circunstancias económicas)

 

·                  Nos lleva a reflexionar que a través del matrimonio el sentido decompartir, el de responsabilidad al cuidar del otro, el de vivir para el otro, se vuelven algo natural. Como también es natural el reparto de funciones de acuerdo con las energías masculinas y femeninas.

 

·               Resalta, también, la importancia del principio de adaptabilidad en el matrimonio  que conlleva  aprender a aceptar al otro. Lo que es común entre la pareja deber ser la base para acomodar lo que no es común. Y para ello imprescindible y nueva lección del matrimonio: ejercitar la paciencia para encontrar lo común. Aprender y darse cuenta de los puntos fuertes del otro, hacer concesiones en las áreas en las que el otro es más fuerte……y así poco a poco, los puntos de vista distintos pasan a ser más completos en comprensión.

 

En este juego la pareja se va redondeando psicológicamente.

 

A través de estas reflexiones, se nos lleva a entender que, a través  de estos procesos de complementariedad, adaptabilidad, equilibrio de energías masculinas y femeninas en el hombre y la mujer, llega un momento en que cada uno de ellos puede llegar a vivir en el corazón del compañero/a y ésta es una situación especial, es el llamado matrimonio celestial, uno vive para el otro en libertad, no se exige nada del otro, no se espera nada del otro. Es un estado de alegría en el que ya no hay separación aunque se encuentren físicamente a mucha distancia. Es un estado previo de conciencia andrógina, que es el que tendremos en el futuro.

 

No es de extrañar que, como comenta Valentín, según el Maestro Tibetano y demás Maestros, el matrimonio es nuestra mejor escuela de aprendizaje y de auto-transformación y también la soltería, cuando se lleva con conocimiento y sabiduría.

 

Otra de las finalidades del matrimonio es la de proporcionar cuerpos a las almas que esperan encarnar. Según el nivel de consciencia del matrimonio así, en general, es el nivel de las almas que suelen encarnar. Por ello la preparación antes de la concepción y la concepción misma, son momentos muy sagrados.

 

Nos damos cuenta de la transcendencia del acto de la concepción pues el futuro de la sociedad se decide a través de él. Cuanto  mayor sea el grado de sabiduría, armonía y amor, el ser humano dará a luz a almas avanzadas. De ahí nuestra responsabilidad.

 

Y no sólo esto, sino que también, a través de este ofrecimiento, el ser humano, que ha recibido un cuerpo, da su cuerpo a otra alma que se encarna. Es un acto de gratitud ante todo lo que recibe de tantos y tantos seres (padres, profesores, sociedad, animales, plantas, minerales, planetas, etc.).

 

Llegamos finalmente al tema del MATRIMONIO COMO SACRAMENTO

 

Nos recuerda Valentín que el ser humano es un “tres en uno”, tiene una parte animal, una parte humana y otra, divina. La parte humana adiestra a la animal para que sea útil a la sociedad pero, a su vez, la parte humana ha de ser también adiestrada para que pueda ser de mayor ayuda a la humanidad. A este adiestramiento, entrenamiento es a lo que se le llama sacramento.

 

Desde la antigüedad los Sabios Videntes concibieron los sacramentos que, en los comienzos de la era de nuestra quinta raza, se dominaban. Eran rituales que tenían como propósito ayudar al ser humano a evolucionar, a dominar su parte animal, a cumplir con el propósito del Alma y que el hombre se alce como imagen de Dios en la tierra.

 

Por tanto, los sacramentos son rituales que se concibieron como medios de auto-transformación del ser humano.

 

Para que este entrenamiento tenga efectividad se tiene que invocar a los seres del mundo angélico y a los Guías de Luz y a los Maestros de Sabiduría y, también, se requiere la presencia del fuego que es el mediador entre el mundo humano y el mundo divino. Sólo en este ambiente, ante la presencia de inteligencias invisibles y del fuego es cuando realmente se realiza el sacramento.

 

En la Antigüedad, el ritual lo dirigía un hierofante/sacerdote que era clarividente y con un alto nivel de conciencia.

 

Las religiones actuales los siguen practicando pero han olvidado su clave oculta y además, no se suelen dar las circunstancias que se deberían de dar. Hoy en día normalmente el sacerdote o braman no es una persona clarividente o que tenga ese nivel de conciencia que tenían los hierofantes. De ahí que los resultados no sean los mismos…..

 

De los sacramentos, el más sublime es el matrimonio porque es un medio de purificación, de transformación y de equilibrio entre las energías masculinas y femeninas. Ofrece un código de conducta que, cuando se sigue, permite la transformación del ser humano.

 

Valentín concluye que el propósito del matrimonio es ir logrando la armonía paulatinamente en los 5 niveles del ser humano: nivel del alma (espiritual), nivel de la personalidad, nivel mental, nivel emocional y nivel físico.

 

Como esta armonía no se busca conscientemente, muchos matrimonios acaban fracasando con las consecuencias que ello conlleva para los hijos.

 

Y para llegar a esa armonía se debe buscar una similitud de vibración, una complementariedad, una armonía en los niveles físico, emocional, mental y espiritual.

 

El matrimonio es una de las relaciones más significativas de la vida y merece el mayor de nuestros cuidados, el mayor de nuestros alimentos espirituales y, de esta manera, se va fortaleciendo poco a poco. Requiere un enfoque equilibrado, más que emocional y lo que vayamos aprendiendo en la vida, ir aplicándolo para aprender, crecer y transformarnos juntos. Entender que es un camino de aprendizaje en el que nos vamos redondeando.

 

Si queremos una mejor sociedad, tenemos que mejorar nuestro entendimiento de la relación de pareja, del significado del matrimonio y nuestro aprendizaje para ser madres y padres plenamente responsables.

 

Aquí concluye este testimonio. Me pido, para mi próxima reencarnación, no olvidarme de esta bella lección magistral. De momento, en lo que me queda de esta vida, me toca aplicar lo aprendido para mejorar mis relaciones con mis semejantes tanto humanos como del resto de los reinos.

 

Animo a todos aquellos que queráis profundizar en el tema, a entrar en la página web de la Escuela de Madres y Padres Arco Iris y que veáis el vídeo o los apuntes de Valentín:

 

http://www.escuelaarcoiris.org/curso-on-line/

 

Gracias Valentín, una vez más, por compartir y transmitir tanta sabiduría. ¡Qué afortunados somos de que hayas decidido “venir a descansar a Córdoba”!

 

Gracias a Carmen y a Fernando, dúo de lujo, por poner el broche final con la canción “Somos novios”, con ese punto flamenquito que tanto me llega.

 

Gracias a Tona y a Paqui y a todo el grupo de Karuna por vuestra dedicación y hospitalidad.

 

Gracias Córdoba, Corazón.

 

Irene