La educación debe enseñar que existen la Jerarquía y el Plan.
Si un ser humano es tan avanzado que lo vemos como un maestro, cabe preguntarse ¿no habrá otros gigantes a quienes este profesor considere como sus maestros? Si no pensamos de esta manera, entonces estamos limitando las posibilidades del desarrollo humano.
En la Naturaleza, existen las estaciones y los árboles que florecen, que dan frutos y que luego duermen de acuerdo con un plan. El Sol, los planetas y todo en el Universo actúa según un Plan. ¿Y qué hay de ese Ser Supremo que creó todo y que todo lo creado funciona según un Plan, en la medida en que no estropeemos o contaminemos las cosas, por supuesto? Debido a que no hemos respetado la naturaleza ni hemos vivido de acuerdo con ese Plan, siempre pensando sólo en nuestros intereses, hemos puesto al planeta en peligro. Debemos enseñar a los niños que la Vida Planetaria sigue un Plan y que es necesario reconocerlo y vivir de acuerdo con él.
La nueva educación debe enseñar a los niños que todo lo que existe ha sido creado con un Propósito.
Este principio debe enseñarse desde el jardín infantil hasta la universidad. Los estudiantes de todas las edades necesitan aprender que Dios creó todo con un Propósito. Esta idea iluminará a la humanidad y producirá cambios extremos en nuestras vidas, generando mayor alegría, felicidad y salud para el planeta.
La educación debe enseñar desde un comienzo que existe sólo una Vida en toda la existencia y que los Grandes Maestros vienen cíclicamente al planeta desde esa Vida.
Si les enseñamos esto a los niños, entraremos en una era de mayor prosperidad, salud y felicidad. Resolveremos los desagradables problemas del planeta y podremos mirar hacia las estrellas.
Estos son los nueve principios básicos de la nueva educación, que debieran enseñarse para que los seres humanos puedan vivir una vida mejor, disfrutar sus cortas vidas y, en estas cortas vidas, prepararse para sus vidas más prolongadas. De seguro, mantenemos nuestra oficina limpia, porque sabemos que tenemos que volver allí día tras día y no queremos trabajar en el desorden. Lo mismo tenemos que enseñar a los niños: Hagan algo bello de esta vida, de manera que puedan regresar al planeta y disfrutarlo, al igual que sus propios hijos.
En una ocasión, me encontré con un hombre de 92 años trabajando arduamente para reparar una enorme casa que había comprado. Cuando le pregunté por qué trabajaba tanto a su edad para arreglar la casa, me contestó: “En primer lugar, para mantenerme saludable. En segundo, porque quiero dejar algo más bello de cómo estaba cuando me lo entregaron.”
Traten de vivir la vida según estos nueve principios básicos. No digan que son demasiado viejos para hacerlo. Siempre son jóvenes, porque no hay edad para el Verdadero Yo. Hay mucho camino por recorrer aún, desde aquí hasta Sirio, por decir algo. Por lo que pueden preparase para el largo viaje pensando en nuevas maneras de vivir.
Todo ser humano es una estación de radiodifusión. Cuando piensen en estos nueve puntos, los difundirán en el espacio y los demás –incluso los actuales educadores- los captarán.
Los resultados finales de los nueve principios básicos son mayor salud, felicidad y creatividad para todos. No se puede ser saludable en guerra y en contaminación. No podemos ser felices inmersos en el odio, la envidia y la venganza. La mente no puede ser creativa si no vivimos de acuerdo con estos nueve principios; de lo contrario, crearemos cosas para destruirnos a nosotros mismos.
En una oportunidad, un científico me dijo: “No me diga que no somos creativos.”
A lo cual le contesté: ¿Y qué han creado?
Él replicó: “Creamos la bomba atómica. Creamos esa ciencia fantástica y complicada.”
¿Sirve la creatividad para producir cosas que se usen para la destrucción? ¿Qué tipo de mentalidad piensa que es creativo inventar algo que está envenenando el mundo con radioactividad?
La educación es la base sobre la cual debe construirse una nueva vida. Todo lo que somos es el reflejo de nuestra educación. El concepto más importante que se debe enfatizar en la nueva educación es que, de ahora en adelante, el ser humano no puede vivir para sí mismo sino para los demás. Las cosas erradas y destructivas provienen de quienes viven sólo en función de sí mismos, sin tener en cuenta a los demás.
Si las naciones viven para otras naciones, si los grupos viven para otros grupos, si los esposos viven para sus esposas y las esposas para sus esposos, alcanzaremos el paraíso en la Tierra. El reino de los cielos vendrá a la Tierra si los seres humanos viven el uno por el otro.
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Texto de Education as tranformation, vol II, basics of education. TSG Publishing Foundation