Tengo que confesar que me ha costado mucho ponerme a expresar por escrito mi experiencia y lo que aconteció en este tercer módulo.

No es porque no haya sido interesante, lo ha sido y ¡mucho!, es que me hubiera gustado que hubiese estado aquí el mayor número posible de gente para vivirlo. Gracias al buen hacer de Emi, la de “los ojos detrás de la cámara”, y a las nuevas tecnologías, podéis acceder al vídeo del módulo y al documento magnífico que Valentín elaboró sobre él. Os animo a que accedáis a ellos, cuando podáis, cuando lo sintáis. Están colgados en la web de la Escuela de Madres y Padres Arcoiris: http://www.escuelaarcoiris.org Ambos los encontraréis en la pestaña “cursos on line”.

Bajo este título, entre ligero y jocoso en su parte inicial, Valentín nos fue adentrando en caminos profundos, de sabiduría y, poco a poco, nos fue descubriendo que los que somos padres, no lo somos por casualidad, que los hijos nos eligen para evolucionar y cumplir su plan como almas y de ahí nuestra responsabilidad.

Para ello nos invitó a pensar y a plantearnos ¿quiénes somos?, ¿cómo estamos constituidos?, ¿dejamos de existir con la muerte del cuerpo físico?, ¿de dónde vienen los niños?, ¿tienen ya pasado?, etc….Total, ná!

Y en el ambiente luminoso y apacible del Quiñón, veintitantas personas estuvimos muy atentas y con ganas de aprender todo cuanto Valentín nos iba desgranando para hacernos ver la importancia de los distintos ciclos de la vida. Lo hizo basándose en las enseñanzas de los grandes Maestros e Iniciados de la Sabiduría Antigua, en un gran trabajo de estudio y síntesis de los siguientes temas que resumo brevemente:

 – Ley de Periodicidad.

Las doctrinas de la renovación constante y de los ciclos y las doctrinas de la reencarnación y de los estados después de la muerte.

– Testimonios

Testimonios de las experiencias relativas a la vida después de la muerte, de personas clínicamente muertas que después volvieron a la vida, recuerdos de encarnaciones anteriores, visitas de seres queridos ya fallecidos, encuentros con Guías de Luz, Ángeles o Devas, etc., porque, a través de ellos, se puede saber quiénes somos, de dónde venimos, a dónde vamos.

– Ley del Renacimiento

Ley del Renacimiento o Reencarnación y la Ley de Causa y Efecto o Ley del Karma.

Estas leyes permiten descubrir o redescubrir a través de los Maestros de Sabiduría, la inmortalidad del espíritu del ser humano, de su progreso de un nivel a otro, de una etapa a otra en el Sendero de la Evolución para así desarrollar, constante y gradualmente, los atributos y aspectos divinos.

– El Viaje del Alma después de la muerte y el propósito del Alma

Utilizando el símbolo del infinito, como dijo Valentín, se nos introduce en el “continuum” de la vida, la vida nunca acaba. La tenemos cuando estamos encarnados (círculo nacimiento-niñez-juventud-madurez-ancianidad-muerte) y también la tenemos sin cuerpo físico denso, en el otro círculo que está al otro lado del velo: recapitulación-examen de conciencia-corte del cordón plateado-kamaloka-devachán-tránsito hacia el nacimiento.

Es un continuo devenir a través de estos dos círculos unidos en la danza de la vida que lo preside todo y que termina cuando alcanzamos el nivel evolutivo de un Maestro de compasión y sabiduría y, a partir de ahí, entrar en una nueva dinámica.

Y todo ello para concluir en que la muerte, como punto donde todo se acaba, no existe, ¡es una transición del mundo físico a los mundos superiores!

– La vida antes de nacer

Pues….los niños no vienen de Paris….son las Almas que están sujetas a este proceso de reencarnación por medio de los cuales tienen la oportunidad de volver para evolucionar.

De ahí que tener un hijo, como decía Valentín, es el mayor servicio que se puede hacer porque estás dando la oportunidad de que el Alma vuelva a encarnar para evolucionar.

Una vez que nace, está en nuestras manos, fundamentalmente las de los padres, pero también las de los educadores, las de todos los que le rodean, darles la mejor educación para que saque todo su potencial interno dentro de su nivel de evolución.

Este es un brevísimo extracto de los puntos tratados. Como os dije al principio, os animo, de nuevo, a ver el vídeo o a leer el estudio completísimo de Valentín con reseña a libros y películas para el que quiera profundizar en ellos.

Las personas que asistieron mostraron un gran interés a través de las preguntas e inquietudes que fueron planteando.

También hubo tiempo, como en los módulos anteriores, para el disfrute y el recreo. A la hora de comer se volvió a practicar esa divertida y confraternizadora costumbre de “El Perol”. ¡Qué delicia de platos!, ¡qué descubrimientos!, por ejemplo, la tortilla de collejas (¡buenísima!). Por la tarde y para concluir, la guitarra y cante del Alma de nuestro querido Fernando.

Así transcurrió ese sábado que amaneció lluvioso y que terminó con Luz, mucha Luz. Nos fuimos todos muy llenos de ella.

Gracias Valentín por compartir todos tus años de estudio y entrega con tanta generosidad.

Gracias Córdoba porque sólo en esta tierra, cuna de Séneca y de tantos otros sabios, se podía dar tanta sabiduría y en lugar tan mágico como El Quiñón. Gracias Tona por hacerlo posible.

Y mi agradecimiento a mis herman@s de Karuna por vuestro cariño, embrujo y cálida acogida que hacen posible esta Escuela de Madres y Padres y muchas cosas más.

I.C.